Dumping social y deslocalización
El dumping social consiste en la competencia desleal basada en la explotación y bajos salarios de los trabajadores para conseguir rebajar los costes laborales de producción y poder ofrecer precios más competitivos en el mercado.
Así, las empresas internacionales tratan de reducir sus costes trasladando parte de la producción a países con una regulación laboral, medioambiental y fiscal menos estricta en los que la protección social de los trabajadores es muy reducida, las condiciones de trabajo muy duras, el número de horas de trabajo muy elevado y los salarios muy bajos: es el fenómeno de la deslocalización.
En la Europa actual encontramos la deslocalización de empresas de transporte a Europa del Este en busca de menores costes laborales de los conductores. Un reportaje publicado por la BBC recoge el día a día de conductores que “trabajan, comen y duermen sobre ruedas”, con sueldos a la baja de hasta 159 dólares al mes.[1]
Ya en los años 80 muchas empresas japonesas se establecieron en los mercados asiáticos aprovechando la mano de obra barata y abundante y, más recientemente, empresas como Philips, AT&T, Nike y Volkswagen han disminuido sus inversiones en Europa y Estados Unidos para desplazarlas al sudeste asiático.
Seguramente en el sector textil encontraremos los mejores ejemplos de deslocalización y dumping social: Bangla Desh fue noticia internacional en abril de 2013 por el fallecimiento de más de 1.130 personas en el hundimiento de un edificio ocupado principalmente por fábricas de ropa. Bangla Desh alberga alrededor de 4.500 fábricas que producen para las multinacionales de la industria de la moda como H&M, Benetton, Primark e Inditex, entre otras, pero, a pesar de que el sector textil es uno de los principales motores económicos del país, sus trabajadores cobran alrededor de 68 dólares mensuales, unos 55€.[2]
Lo mismo sucede en países de la zona, como India o Camboya. En todos ellos las condiciones laborales de los trabajadores empleados en fábricas textiles son parecidas y los salarios no suelen superar los 100€ al mes.
En India, por ejemplo, un informe del Centre for Research on Multinational Corporations documentaba hace unos años cómo niñas y adolescentes trabajaban sin contrato más de 72 horas a la semana con un salario de 0,88 euros al día. Entre las firmas involucradas en este escándalo se encontraban: Inditex, El Corte Inglés, Cortefiel, Primark, Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks&Spencer, Diesel, Gap y C&A.[3]
En Argentina y Brasil se destapó hace unos años cómo Inditex, la compañía en la que se integran Zara, Bershka o Stradivarius, utilizaba mano de obra esclava para confeccionar sus productos.
En España, las políticas neoliberales de los partidos de derechas, PP y CiU, con la complicidad de PSOE y Ciudadanos, han priorizado el rescate bancario y el pago de la deuda, para lo cual no ha bastado con recortar al máximo en educación y sanidad, sino que ha sido necesario aplicar una reforma laboral que arrasa con gran parte de los derechos conquistados y se aprovecha de que en otros países la mano de obra es más barata: con ello, la derecha institucionaliza el dumping social.
Dentro de la administración local, el dumping social se lleva a cabo externalizando servicios públicos a través de concursos ofrecidos a la baja al mejor postor: como en los casos de las compañías internacionales antes mencionadas y al amparo de las reformas laborales, acaban siendo grandes empresas las que pueden competir gracias a los contratos precarios, a la debilitación de los sindicatos y a la práctica de una suerte de “darvinismo laboral”, que consiste en hacer una selección de los mejores trabajadores, esto es, los que no protestan: a los que protestan se les despide por 4€ o, sencillamente, no se les renueva el contrato precario.
[1] http://www.cadenadesuministro.es/noticias/la-cara-mas-salvaje-del-dumping-social-en-el-transporte-por-carretera/
[2] https://www.elespanol.com/mundo/20160910/154485056_0.html
[3] http://www.publico.es/internacional/bangladesh-industria-textil-ropa-esclavitud.html